Te habías postrado.
Sí, te habías caído
con los pies humillados, los zapatos ausentes
y el rojo del momento pregonando lujuria.
Tus máscaras
consiguieron mudar la mesura y el juicio,
en tanto que mis manos
aplacaron por fin el apetito atroz de la impudicia:
Sí, te habías caído
con los pies humillados, los zapatos ausentes
y el rojo del momento pregonando lujuria.
Tus máscaras
consiguieron mudar la mesura y el juicio,
en tanto que mis manos
aplacaron por fin el apetito atroz de la impudicia:
...las vértebras marcadas,
......y tus blancos relieves
.........profundamente mudos,
...........profundamente devorados.
Un rumor de sirenas sin ocultar la lluvia
alejaba los gritos de su propia semilla,
protegiendo los vidrios de la incierta locura
de dos bocas enfermas de lascivia;
sin apreciar el alto y ancho de los anhelos,
aún no sé,
cuántos ángeles cayeron en tus risas,
cuántos eternamente aplazaron sus juicios
o cuántos vértigos salvaron los naufragios.
Desde el tórrido apremio del deseo,
sin una lluvia, sin un diluvio,
tu vagina imprudente derramada en arrestos
construía un orgasmo apagando los miedos;
renovando el origen, las obedientes cúpulas
dirigieron mi mente a las metas de tu cuerpo,
esos obtusos ángulos que aligeran sus líneas,
imaginarios nidos incendiándolo todo,
calcinándolo todo.
Y en tu pecho fulgente un agitar de perlas
inflamado de inciensos alumbraba los ciclos;
amarrado a tus huesos,
soñaba cada noche que morías conmigo.
......y tus blancos relieves
.........profundamente mudos,
...........profundamente devorados.
Un rumor de sirenas sin ocultar la lluvia
alejaba los gritos de su propia semilla,
protegiendo los vidrios de la incierta locura
de dos bocas enfermas de lascivia;
sin apreciar el alto y ancho de los anhelos,
aún no sé,
cuántos ángeles cayeron en tus risas,
cuántos eternamente aplazaron sus juicios
o cuántos vértigos salvaron los naufragios.
Desde el tórrido apremio del deseo,
sin una lluvia, sin un diluvio,
tu vagina imprudente derramada en arrestos
construía un orgasmo apagando los miedos;
renovando el origen, las obedientes cúpulas
dirigieron mi mente a las metas de tu cuerpo,
esos obtusos ángulos que aligeran sus líneas,
imaginarios nidos incendiándolo todo,
calcinándolo todo.
Y en tu pecho fulgente un agitar de perlas
inflamado de inciensos alumbraba los ciclos;
amarrado a tus huesos,
soñaba cada noche que morías conmigo.
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Historias de cualquier otoño
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Adicto a Lyric Storm
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Imagen: Adán y Eva de Lucas Cranach el Viejo.
14 comentarios:
Alonso. No sé si leíste hace unos días un comentario en un poema de Laura, donde proponías un recital de poesía erótica, en caso de que algún día consiguiérmos hacerlo, no podría perdonarte que no leyeras este poema.
ME cautivó.
Besos
Sobra la s de proponías, era yo la que lo hacía, pero se ve que tenía ganas de que estuvieras de acuerdo.
Un beso
Apenas empecé a leer me di cuenta de quién era el autor.Excelente!!
Extremo. Destilas muy bien el erotismo, Alonso. Apoyo la moción de Alejandra.
Me ha gustado muchísimo el final. Morir con el otro... esa es la cumbre del deseo. Tengo un poema que roza esa idea.
Un beso
Laura
Erótico, sensual y firme en el decir...
"las vértebras marcadas,
y tus blancos relieves
profundamente mudos,
profundamente devorados"
Bss
La frase encierra toda la belleza del poema.
Morir y renacer para morir otra vez.
Es de las cosas mas bonitas que he leido.
Chapeau¡
(Si hacéis el recítal no me lo pierdo).
Beso
Alejandra, te veo poco por este espacio, no te importe doblarme; me encantará ir al recital erótico, seguro que nos divertiremos.
un beso para ti
.
Gracias Mónica
un beso
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Laura, tráenos un día ese poema, no nos dejes con la miel en los labios
un beso para ti
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gracias Mónica por pasarte
otro bss para ti
Leni que alegría verte, mucho tiempo sin saber de ti, espero que hayas disfrutado en la costa
un beso
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Hola Alonso: Gracias por la venia, me asustó la cifra de 47 encima de la tuya, pero si me das permiso hasta doblarte, seguimos, y si ocurriera, pregunto entonces otra vez si puedo seguir.
Besos y gracias
Qué válida la plabra, verdad Alonso? me encanta en sus matices lo que emanas con la fuerza que acoastumbras, casi rotundo, curvilíneo en la andadura de la piel.
Admirado siempre, un beso
Hola Alonso: Es el primer poema tuyo que leo. ¡Es fuerte y hermoso! Una grata sorpresa. Gracias
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