domingo, 28 de junio de 2009

Intensidad


foto: Erik Marvaz, en la imagen Jorge Contreras





Afrodita recibió muchos títulos que parecen incoherentes con su belleza y afabilidad. En Atenas se le llamaba la mayor de las Parcas y hermana de las Erinias;…
Robert Graves

Intensidad
(no tienes que imaginarte una vida conmigo, sino una muerte.)
I

Ceniza imagen
negación sin freno.

Extinto instante
en el idioma
crepitante del fuego cuerpo.

Noche untada de besos,
saliva falda espiral:
la serpiente de mi boca vuela.

Sol de noches lunadas.
Sol de nostalgias.
Consagrada numinosidad.
Consumada pasión cenicienta.

La Muerte mayor nos abrazó,
la cuidadora de las tumbas,
la que mejor sabe hacer el amor.

II

El aliento se condensa en palabras
las palabras en carne
la carne en muertos
los muertos en silencio

y en este instante,
tú me callas.

III

Recorro tus pasos inhabitados
como luctuosa andanza
de enajenante deseo.

Abro las páginas de mis ojos.
Medito la estrategia de esta guerra silenciosa.

El tiempo pesa a promesa no cumplida,
a cobardía instante de tu ceguera,

y sin nada advertirte,
antes de que te dieras cuenta
con sutileza de caricia tímida
tu obscuridad observé.

Toqué tus jardines áridos
con mis labios de lluvia.

Todo pasó sin que te dieras cuenta
y aún pasarán eclipses,
pensarás que nadie te conoce,
que tu obscuridad es virgen;
creerás que nadie puede mirar
la espalda gélida de tus ojos.

Y en todo esto
algo intuyes.

Tu pánico apesta,
lo huele cualquiera,
te sientes frágil
y huyes
has sido descubierta.

Por más y por menos,
he muerto en cada muerte.
Agonizante mi voz
repite las palabras que no recuerdo

¡Por una puta chingada!
Todo pasó con desgracia,
trago de sal.
Hambre alimentándose de arena.

IIII

Soy áspero.
Sí,
¡Y qué!
Soy terriblemente cruel,
sí,
recuérdame arrancarte la piel.

Por ésta razón te arranco también mi corazón.
te entrego, sin embargo,
un dolor recién nacido.
Aliméntalo,
piensa que es nuestro hijo.

supongo
que no puedes ver mas que fenómenos,
así que no te preocupes,
te lo entrego para que lo contemples detenidamente
en el marco reducido de tus ojos.

V

sin embargo, seguimos siendo amigos a pesar de todo,
aún cuando me arrancaste la piel,
aún cuando me tragaste y me escupiste en una
soledad inescrutable,
Aún cuando mutilaste
uno a uno mis anhelos.
con tu burla sensata
y con tu amor fingido
me mutilaste los sentidos.

Tierna y ridículamente, exclamaste:
“tienes una gran alma”
(irónicamente no te tengo)

Y sí amiga,
pese a lo que digas,
pese a lo que sientas,
cómo no vamos a seguir siendo amigos,
si mi histérico silencio
raya en lo que fuimos.

VI

Muda gritas
en tus labios
más sonrientes.
(en tus labios sin dientes)

Los huesos y las carnes,
sudan quejosas.

¡Me he de pudrir completo!
Pudrirme hasta el tuétano
hasta revolcarme en mis gusanos.
Revolcarme con nausea y escándalo.

VII

Ciega me miras
como si miraras a otro
como si vieras otra vida.

No haces nada;
te acurrucas en tu cuerpo
con quietud de muerta
como imagen de piedra
en sábanas de arrepentimiento.

Te hablo con palabras que no escuchas
con inútiles esfuerzos de sentirte viva,
tu boca muda sonríe con la ironía de una estatua.
mi corazón no aguanta.

He de abandonarte hasta pudrirme.

Tú,
ya eres polvo.

VIII

Haz muerto mía
soy tu mausoleo
mi rostro es otro
es el cenotafio indiscreto.

Ya no existes
ya no te pienso

haz muerto.

IX

Soneto del fin

Áspera espera búsqueda en el ojo
circunspecto paso en piedra nocturna
de rodilla la penumbra habla con abrojo
leyendo el viento inevitable ruptura

¡Oh pena del alma su sepultura!
Sus guillotinas acorazan sus recuerdos
bestias vorágines lo tragan como cerdos
nada queda, sino su pena de amargura

¡Oh! Áspera espera su búsqueda inútil
demanda tregua sin tregua su guerra sutil
mientras desangra agonizante su sombra

escapa lánguida lágrima de su sueño
y grita apenas las penas que le sobran
y muere héroe en la furia de su empeño.
Jorge Contreras Herrera
Saludos a todos, el martes parto para la hermana república de Cuba, donde daré una conferencia sobre el poeta mexicano Ignacio Rodríguez Galván (1816-1842), quien fuera el primer poeta romántico mexicano y que murió en Cuba. espero pasar por aquí antes de tomar el vuelo.
Ya les contaré.

1 comentario:

Alonso de Molina dijo...

extenso trabajo, intenso y doloroso;

un fuerte abrazo a Cuba, a los cubanos, a la revolución harta cumplida, a la libertad. Muéstranos fotos al regreso.

Cuidate mucho.