lunes, 30 de marzo de 2009

SIEMPRE HE TENIDO HERMANAS DE CAL EN LAS PAREDES



Los muertos pocas veces libertad
alcanzáis a tener, pero la noche
que regresáis es vuestra,
vuestra completamente.
Jaime Gil de Biedma



La locura cae a chorros sobre mi cabeza,
puedo contar sus pestañas en cada hebra de mi pelo,
en cada nudo amoratado de la noche,
en la pupila libre de los muertos
que abrazan mi fotografía cerrada.

Una pausa de puertos navegantes,
de soles heridos en la mirada accidental de la tarde,
crepúsculos de hombros finos
donde las huérfanas preñadas de fuga y silencio
se pisan los nombres en el parto,
una locura exangüe que me tiñe,
me sarna, me adereza
y me desnuda ante un vuelo de palomas malgastado.

Así renuncio a la experiencia, a mi palabra,
a las huellas dactilares que la nombran, al sudor
de su sexo abierto, a las etiquetas de buena conducta,
porque siempre he tenido hermanas en la cal de las paredes
y mi madre me duchaba con la culpa de los versos.
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Marzo 2009

5 comentarios:

Mónica Angelino dijo...

Tiene mucha fuerza este poema, me gusta esta locura.

Un beso

Alonso de Molina dijo...

el verso final reálmente quema como un incendio

te aplaudo Marian

.

casa da poesia dijo...

"Queen of all the me, Radiant Light,
life-giving woman..."..."y me desnuda ante un vuelo de palomas malgastada..."...salut, poetiza!

? dijo...

there is always something new

Leni dijo...

El verso finál lo imprime de todo de algo que perdura siempre.
Esas hermanas te lo recuerdan y te hacen ver las cosas a veces...Hasta con los ojos cerrados.

Puedo decirte que desde que lo leí la vez primera,me envolvió.

Desprendes cal viva..
Un abrazo grande.