sábado, 10 de noviembre de 2012

El desahucio nuestro de cada día

 

Llamáis antisistema a una juventud

que grita por abrirse camino;

a una ancianidad

que reclama un otoño digno;

a quien trabaja

bajo el terror del chapapote

de seis millones

de manos vacías;

llamáis antisistema al funcionario

que trabaja para lo público

y no para vosotros

y vosotras.




Sangráis al pueblo, legislando contra él

favoreciendo intereses extranjeros

y, a eso,

no lo llamáis por su nombre:

Alta Traición.




Llamáis antisistema a quien se resiste

a ser uno de los 500 desahuciados de cada día

llamáis antisistema a quien se arroja

a la negra muerte

pues hasta la vida tiene hipotecada




pero vosotros

y vosotras

sangráis al pueblo y entregáis a espuertas

su riqueza a banqueros corruptos

vividores, sí, por encima de sus posibilidades.




¿Antisistema? Yo os acuso de antisistema

por pervertir la democracia

por robar la sanidad

por privatizar la justicia

por bajar el salario a quien trabaja

por privarnos de nuestro pan de cada día

por aplastarnos a impuestos

por eso, por esta traición al pueblo

sois vosotros,

parapetados tras muros de policía armada,

los antisistema.




Vosotros y vosotras, que legisláis contra el pueblo

amparados en una democracia cautiva

pervertida y corrompida

vosotros, que os arrogáis sueldos de jeques

privilegios de maharajás

y robáis la esperanza de un pueblo

al que odiáis

Vosotros, antisistema,

no queréis otra cosa que esclavos.



© Francisco Javier Illán Vivas
Poema leído en el Otoño poético de Las Torres de Cotillas, organizado por Acultamar, el 2 de noviembre de 2012