en el cielo tardío,
en la taza blanca y humeante,
en el lago de aguas obedientes,
en la mañana secreta,
en la tarde de vapores enemistados.
Fuego en las venas ajenas,
en el cansado vino,
en la esquina tajante,
en el mar y en su espuma,
fuego en cada costumbre.
Sin saberme jugando con fuego,
para ser yo quien se quemara
en una habitación ya olvidada,
en una fuga sin descanso,
en un sillón sin respaldo,
en un blues descompuesto.
en la taza blanca y humeante,
en el lago de aguas obedientes,
en la mañana secreta,
en la tarde de vapores enemistados.
Fuego en las venas ajenas,
en el cansado vino,
en la esquina tajante,
en el mar y en su espuma,
fuego en cada costumbre.
Sin saberme jugando con fuego,
para ser yo quien se quemara
en una habitación ya olvidada,
en una fuga sin descanso,
en un sillón sin respaldo,
en un blues descompuesto.
Francisco Javier Illán Vivas
De "Dulce amargor"
De "Dulce amargor"
3 comentarios:
Muy bello poema,jugando con fuego y lagos de aguas obedientes..fuego en las venas..Genial.
Un abrazo.
Gracias
Excelente poema estimado francias, un gusto leerte y oirte
te mando un abrazo compañero
.
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