Apresuradas calles las que transitan los poemas..
Un perro lázaro sin ciego,
una mujer de manos amputadas,
la espalda escrita con su nombre en rojo.
Arrinconadas rosas cantando solitarias.
La soprano es la diva de los muslos al aire.
Netrebko muestra su palmito
y patalea entre almohadones.
Su frescura y acierto me transporta a las nubes.
Un espumoso vino de indudable talento.
jueves, 13 de mayo de 2010
Estampas cotidianas -4-
Publicado por
Alonso de Molina
en
23:13
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Etiquetas:
Alonso de Molina
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2 comentarios:
Pues sí, escenas surrealistas que se cuelgan de las calles, con un transfondo de aroma a vino.
Buen poema, amigo, lleno de sugerencias.
Saludos
Intercambio de visiones!
Un abrazo
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