jueves, 13 de mayo de 2010

Estampas cotidianas -4-



Apresuradas calles las que transitan los poemas.
Un perro lázaro sin ciego,
una mujer de manos amputadas,
la espalda escrita con su nombre en rojo.
Arrinconadas rosas cantando solitarias.
La soprano es la diva de los muslos al aire.
Netrebko muestra su palmito
y patalea entre almohadones.
Su frescura y acierto me transporta a las nubes.
Un espumoso vino de indudable talento.
.

2 comentarios:

E. Martí dijo...

Pues sí, escenas surrealistas que se cuelgan de las calles, con un transfondo de aroma a vino.
Buen poema, amigo, lleno de sugerencias.
Saludos

ELILUC dijo...

Intercambio de visiones!
Un abrazo