jueves, 11 de marzo de 2010

La tarde concurre

La tarde concurre en la plaza con su actitud absorbente,
el calor y las blusas quisieran desasirse de sus pieles.
Las generaciones de hombres en este punto
firman la paz y el estado de reposo absoluto.

Ya no existen aquellos que antiguamente,
se enfrentaban a la hoja en blanco
y le creaban el cuerpo de un nuevo ser primero.

Pero creemos en nuestras opiniones
y eso fue lo que conquistó el hombre
y de eso ahora vive y alimenta a sus hijos.

El calor es insoportable en los márgenes de cualquier juicio
por eso hablar es vergonzoso y callar duro,
verso que le autoriza al poeta
a trazar cuantas sombras y luces quiera
para inventar otro mundo posible.

5 comentarios:

Gonzalo Villar Bordones dijo...

qué autoridad tiene el otoño?

Alonso de Molina dijo...

Gracias por venir Elena, es un placer compartir espacio contigo compañera

.

Alejandra Menassa dijo...

Muy bueno, Elena. Excelente poema social.
Un abrazo

José Antonio Fernández dijo...

La Poesía como arma. Creo que esa es su función principal, remover la conciencia.
Saludos.

Elena Conchello dijo...

Gracias a todos por pararos a escribir unas palabras, gracias Alonso, por invitarme a esta casa que con gran ilusión habito.

Un abrazo.