lunes, 6 de julio de 2009

INACABABLE AMOR Y DESEO




Sorpréndeme las manos con titánicas embestidas
vísteme los labios desbordados de pasión furtiva
muéstrame, en los bordes de tu piel,
el cuerpo ligero y el rostro cálido,
tiernamente,
con tu distraída voz, inagotable y vividora.

Quietamente dime la verdad con dos palabras
sencillas, hermosas, vencidas en la melodía prometida,
tejida en las impenetrables manos del poeta.

Y no me preguntes nada.

Sé que dormí el deseo en el soliloquio del alfarero,
aquel que me dijo:
“Vendrá la primavera, contigo vendrá la primavera
y rozará el verso en la noche azulada,
la gloria embellecida y todas sus flores,
lirios, violetas, guirnaldas y rosas deshojadas
por un mirlo inquieto”.
Irremediablemente tienes que decirme
del inmenso abrazo agarrando nuestro pecho,
detenido en todas la bocas abiertas al mundo.

Despiértame de esas fantasías del oráculo,
del presentimiento y de las tentaciones
contra el abismo sin sentido.Mírame,
mañana, desprovista de mi nombre,
seré en tus manos seguro azar, y un amor.
Te observo desde el umbral,
arden tus labios y los ojos de mujer.


Ven a buscarme…
-
Mónica López Bordón
*Cuadro "Amor a corazón abierto". Miguel Menassa

3 comentarios:

Mónica Angelino dijo...

Erótico, lírico se desliza a corazón abierto.

Besos.

Alonso de Molina dijo...

"Y no me preguntes nada." toda una invitación, Mónica, para dejarse arrullar por los sentidos: ver, mirar, oler, tocar... solo sentir, y obedecer ciego el imperativo final: "ven a buscarme". Sensual, sugestivo todo el texto

te aplaudo Mónica

.

Laura Gómez Recas dijo...

Me gusta, siempre me ha gustado el imperativo como rey de los poemas pasionales. Proporciona fuerza física al deseo que subyace entre los versos.

Un beso,
Laura