miércoles, 8 de julio de 2009

En otro lugar


Es posible que el espejo esté vacío y
ni siquiera refleje el soliloquio de tu mirada,
que puedas atravesar todo el espacio para ver
lo invertido de tus pasos,
para que el perfil malo se siente al otro lado
de la mesa, donde el perfil bueno tiene
moldeado su lugar.

Tal vez podrías jugar a ser asimétrico,
a caminar veloz como un caracol sin casa,
a unir las manos sin poder juntar las palmas,
a desanudar los nudillos de los dedos,
a llorar con los labios y reír con los ojos.

Quizás deberías volar para saber de la hojarasca,
permitir que la vida se convierta en la vasija que
te contiene,
que el corazón deje de latir por un instante
para darte cuenta de que solo trenzando
los párpados podemos ver el mundo.

Puede ser que en el duelo no se ensamblen
las espaldas y las nucas,
que se aboquen los pechos y las bocas,
que los pasos sean de frente, atravesando
cada uno el espejo del otro para tener el
honor de caer en unos brazos que no
son los tuyos.

Leni

3 comentarios:

Anónimo dijo...

la libertad sabe a gloria, y salta en tus versos de ti a mí y hacia más libertad

Marisol Cragg de Mark dijo...

Quizás este lugar no se encuentre acá... más bien, en otro lugar... más allá de la vista de todos nosotros. Al otro lado del espejo...
Un gusto haberte leído.
Te mando muchos saludos desde Berlín.

Mónica Angelino dijo...

!grande!
este poema me ha gustado mucho, esta plagado de imagenes geniales.
Un beso