Como marca que se ilumina en el firmamento
se extrapolan pequeñas odaliscas al misterioso universo.
Ávidas de ternura, rozan la ironía
convertidas en simientes de zurcida pulcritud.
La posible victoria permanece disfrazada,
discreta, disimulada entre millones de meteoritos,
que sin rumbo, caen al vacío.
Magdalena Salamanca
3 comentarios:
Me hizo recordar las épocas en que el destino del hombre parecía estar regido por los astros. Menos mal que ahora los astros son nuestros deseos -sólo para algunos- para otros, los astros siguen siendo los astros.
Un beso Magdalena, y bienvenida
Bello poema, Magdalena. Aparentemente frágil, pero con imágenes contundentes; casi tanto como ese universo que describes.
Un abrazo y bienvenida.
Laura
Fuerza en las imágenes, Magdalena, un paseo hermoso ese rumbo que plasmas de forma tan original.
un abrazo
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