Fueron cinco jornales, cinco
los que gasté por ti;
incendiado en tus carnes, un semen boquiabierto,
desde tus pechos a mis tajantes huesos,
como un río corrido de orquídeas
reavivaba los párpados pretendiendo el oxígeno.
Tu querías alfombras, volar en cada espasmo,
traspasar las imágenes de los velos y el tiempo
abriendo las campanas y las nubes.
Habitada en su aliento, la húmeda rosa
alimentó adjetivos en el henchido lagar
de unos besos pintados en los ilusos sándalos
de un amor pretendido y obtuso.
Yo te quería a ti,
tan solo te quería.
Se estancaban las horas en mi hambruna por ti.
La ambición de tu ombligo, sin medidos fragmentos,
insinuaba en tus muslos los secretos del pubis,
me ofrecías el fruto prohibido del Edén,
y en mis manos comías los huecos y las formas
para teñir cada veintiocho días
los aullidos de un lobo que mordió los inciensos:
los óvalos henchidos,
las colmadas columnas, el blancor de tu pecho,
el nácar de tu vientre;
a mí, que aprisionado al éxodo
había roto los hilvanados hilos
destruyendo el origen;
besarla sí, olfatearla,
fueron cinco jornales, cinco
los que gasté por ella.
-----------------------------
Historias de cualquier otoño
.
5 comentarios:
Brillante Alonso, salvaje erotismo lupino. Me encanta cuando te pones así.
Un beso
Muy bueno! erotismo al palo, pura aceleración.
Un beso
Gracias Alejandra por el comentario y dejarte encantar
un beso para ti
.
Gracias Mónica por tu apreciación
beso para ti, amiga
.
Realmente me ha gustado mucho leerte, eres agudo y profundo.
Recién me doy cuanta, como funcionan los mensajes.
Un beso
Ale
Publicar un comentario