lunes, 13 de abril de 2009

ESCUCHA TU SILENCIO

Cuadro "La montaña helada" M.G.

Pasan las horas
y el silencio se ciega en murmuraciones.

Las profundas cavernas del hombre
susurran con voz grave, ásperas melodías,
que, como hábiles tornados, lo destruyen todo.

Imbuida en intensas magnitudes,
paroxismo de filiales encuentros,
desato viejas cadenas
y el miedo se convierte en distancia.

Ahora, escucho el silencio que me habla
y la muerte no es más, el final de nada.

Magdalena Salamanca

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Profundidad y belleza unidas. Qué hable el silecio...o mejor, qué caye también.
Saludos

Alonso de Molina dijo...

zenista, escuchar, nada que ver con oir, un espacio íntimo que nos llena de estabilidad y puede liberarnos de miedos quizá atávicos, un saberlo todo, un viva la pepa esencial desde dentro hacia fuera.

Te agradezco este poema, que en mi caso, me ha invitado a unos minutos de reflexión

un beso para ti Magdalena

Alejandra Menassa dijo...

El final como comienzo, y justo al final del poema. Bravo, Magda. esperamos el próximo.
Un beso

Laura Gómez Recas dijo...

Una cinta sin fin con una meditación profunda. Gracias.
El cuadro... es magnífico. Al natural debe ser impactante. Felicita a su autor.

Un beso,
Laura

Claire Deloupy dijo...

Algo imperceptible desatan tus versos...Se me queda grabado para siempre "desato viejas cadenas
y el miedo se convierte en distancia." Gracias Magdalena por no silenciar y acompañar las palabras con este precioso cuadro.Un abrazo

Leni dijo...

Un silencio que induce a ser escuchado.
Un conocer desde dentro.
Pararse para seguir.
El finál borda ese silencio con una conclusión bellísima.

En mi caso me ha ayudado a escuchar mas el mío.

Felicidades.

Un beso

Marisol Cragg de Mark dijo...

Te saludo de mi silencio al tuyo. Haz clic sobre mi imagen y sabrás por qué. Hoy día me visto con tu silencio también. Casualidades de la vida. Bravo por tus letras. Me gustan.
Recibe un cordial saludo desde Berlín.