viernes, 6 de febrero de 2009

LLANTO DEL FIN DEL MUNDO,O CONVERSACIÓN ENTRE EL MUNDO Y LA MUERTE.


Cuadro: El jardín de las delicias, El Bosco
-Mundo:
El hombre inventó el holocausto,

porque no soportaba morir solo.
Dijo: sobrevendrán tectónicos movimientos

que abrirán en mi vientre hambrientas

bocas que sólo comen hombres distraídos
en el acto de amar desesperadamente

su propio corazón.
Dijo: La lava abandonará los volcanes,

y lamerá, roja lengua de fuego
mi telúrico vientre.
De su fecundo recuerdo,

me nacerán vegetales hijos por doquier,

habrá, no obstante, algunas inevitables pérdidas humanas.
Dijo: Huracanes con sugerentes

nombres de mujer arremeterán

contra mis masculinas costas del Pacífico,

del Índico y Atlántico,
y provocarán en su seno atroces marenoches,
desconsolado llanto de todo lo que cae,

levantarán a las casas por los precarios pies,

y a los hombres por suhombría toda, desvaneciéndose.
-Muerte:
Son capaces de todo por burlarme,

y yo los amo en su insistencia,

en su perseverancia.
¿No se darán cuenta de las veces que he salvado su vida?
¿No tienen ojos huecos para ver

que he detenido la ansiedad

de tus bocas con un beso?,
apaciguado la pasión de tus fuegos

con el sacrificio de mi nombre,

desviado el curso de tus vientos femeninos

con mi cuerpo alzándose como un escudo heroico
-Mundo:
Construyen día a día su final,

están llenos de robóticas esperanzas,

de fallidos intentos de romper sus cadenas,

de ridículos actos de desesperación.
Pero yo también los amo,

son nuestros hijos,

y si la sangre valiera algo...los amaría como una madre

ama a sus hijos.
Dijeron :
Ya nunca más un hombre se enamorará de una mujer,

ya nadie hará el amor.

Nadie querrá ser el padre de nada,

y las madres abrazarán a sus hijos hasta exterminarlos.
Ningún hombre escribirá

nada que le sirva a otro hombre,

es decir: ningún hombre escribirá.
¡Cómo se equivocaron!
-Muerte y Mundo al unísono:
No se puede acabar con los hombres,

han aprendido a escribir,

han aprendido a poner sus manos

en el mundo.
No se puede acabar con los hombres,

han aprendido a taracear papeles

con sus sueños, sus quimeras

y sus cavilaciones de altos vuelos.
Amaron una vez,

ya no podrán dejar de amar.
Y algunos no le temen ni a la muerte.


Alejandra Menassa, del libro La muerte en casa. Ed Grupo Cero

www.alejandramenassa.blogspot.com

6 comentarios:

Lila Manrique dijo...

El talento que posees para dar vida
a tus escritos, es especial, maravilloso.
Realmente, me encantó lo que he leído. Posees fuerza poética, y un sentido especial para crear.
Felicidades, y un abrazo grande.

Alejandra Menassa dijo...

Gracias Lila.
Nos seguimos leyendo por aquí.
Un abrazo.

Alonso de Molina dijo...

"El hombre inventó el holocausto,
porque no soportaba morir solo"
El inicio ya prevé un poema pleno de desoladas imágenes, áridas escenas donde abiertamente se expresa que la propia dejadez del hombre es el origen de su futuro vacilante e impreciso.
Un poema bien distinto a los anteriores que te hemos leído; en esta ocasión la muerte y el mundo aúnan su mensaje en pos de la esperanza

continúo aplaudiendo tu obra

un fuerte abrazo para ti

.

Alejandra Menassa dijo...

Gracias Alonso: si algún día "mi obra" (término que me parece demasiado grande con sólo 5 libros publicados de poesía) reclama un comentarista, serás tu sin dudarlo. Un abrazo y gracias por acogerme y leerme.

Alonso de Molina dijo...

cinco libros enteritos tu sola? Tu puedes Alejadra. Aún no me atrevo a ser guerrillero poético, estoy en siete u ocho antologías, amparado, protegido por otros tantos amigos, un libro de poemas para mí solo como que se me antoja una gran responsabilidad y no es falsa modestia, pero no me siento preparado. Te envidio mucho, mucho... conste que envidia sana y además llena de admiración por tu obra, por lo que te vengo leyendo. Y sin dudarlo, por supuesto que será un honor, si un día lo precisas, comentar tu obra, lo haré con gusto y te estaré agradecido.

Un fuerte abrazo

Alejandra Menassa dijo...

Gracias mil Alonso. Un abrazo, seguro que algún día...