martes, 24 de febrero de 2009

JAQUE MATE

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Transgredir la frontera de lo incierto

fue siempre su manera de existir

y oculto tras la máscara insalvable

de sus noches de nostalgia y tedio

se aferró al licor amargo de la vida

como única luz para sobrevivir.

Pasó sus días imaginando sueños

y quiso vivirlos intensamente,

con la ansiedad del que intuye

próximo el final de su existencia.

Jugó al ajedrez con el destino

y perdió, obsesionado por esa jugada

maestra que le diera la victoria

sobre los fantasmas de su conciencia.


Lo más duro, no fue sin embargo perder.

Lo más duro fue tener que aceptarlo.


Del libro Transparencias, Devenir, Madrid 2002

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Ricardo Fernández

7 comentarios:

razul dijo...

Qué sencilla y magistral manera de decir tanto.
Precioso en su conjunto. Magnífico final.

Ricardo Fernández Moyano dijo...

Gracias Remedios, eres muy amable.

Un beso

Mónica Angelino dijo...

Jaque a la aceptación!
!Muy bueno!

Mónica

François de Fronsac dijo...

Bravo

Anónimo dijo...

Un compendio muy bueno de poesía en este espacio. Un verdadero placer estar en tu blog. Te felicito.

Ricardo Fernández Moyano dijo...

Gracias amigos por vuestros comentarios.

Un saludo.

Alonso de Molina dijo...

"Lo más duro, no fue sin embargo perder. Lo más duro fue tener que aceptarlo"

verdad verdadera poeta,
aplaudo tus letras

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