Cuenta tus pasos peregrino,
¡Cuéntalos!
Detén el alma en la calzada
e invéntalos.
Apresura tu marcha, que el día
ya fenece, has que tus pasos
sean presurosos, en el silencio.
Cuenta tus pasos peregrino
¡Cuéntalos!
Fíjate en el horizonte que te invita
a dejar versos en el cielo,
creados bajo la magia hechizante
de la luna.
Sométete al candor de leve brisa,
bajo los ojos que escudriñan
tus pisadas, deja que vuelen en bandadas
tus instintos de amor, entre cornisas.
Cuenta tus pasos, vamos, no dejes
que el cansancio te domine,
no limites la marcha que te espera,
abraza tus sueños y utopías,
y róbate del mundo el último suspiro
¡Cuéntalos!
Detén el alma en la calzada
e invéntalos.
Apresura tu marcha, que el día
ya fenece, has que tus pasos
sean presurosos, en el silencio.
Cuenta tus pasos peregrino
¡Cuéntalos!
Fíjate en el horizonte que te invita
a dejar versos en el cielo,
creados bajo la magia hechizante
de la luna.
Sométete al candor de leve brisa,
bajo los ojos que escudriñan
tus pisadas, deja que vuelen en bandadas
tus instintos de amor, entre cornisas.
Cuenta tus pasos, vamos, no dejes
que el cansancio te domine,
no limites la marcha que te espera,
abraza tus sueños y utopías,
y róbate del mundo el último suspiro
que tú inventes.
Lila Manrique
Sep/22 de 2008
3 comentarios:
Me llegan tus letras querida amiga, sobre todo en esta ocasión por dos motivos, el primero es que vengo toda la vida contando los pasos y los segundos que faltan para llegar a alguna parte y cuando consigues llegar es un retorno, un vuelta a empezar, el camino no se acaba, somos nosotros el camino. El segundo motivo es porque este poema viene de una amiga a la que le agradezco que haya venido.
Aquí estoy mi querido Alonso, ya sabes, siempre estoy cerca de ti.
Un abrazo amigo querido.
Gracias Lila, siempre gracias por estar cerca.
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