Alma muerta
Mi cuerpo cansado…
mi alma herida,
buscó refugio en el calor de sus brazos,
y como olas en su mar abierto,
liberaron mi necesidad
dejándolo a la deriva.
Es cruento, es triste el llanto
cuando desgarra el corazón
en un grito silente,
cuando una lagrima se vuelve sangre,
de dolor, cuan dura piedra,
agravia, lesiona la vida.
Abatida mi razón, mi mente, mi censura
abro camino y en ese andar lento,
marco mis pasos firmes seguros,
al infinito… dolor de mi alma muerta.
Por Mery Larrinua
1 comentario:
Uno de mis libros de cabecera, El Profeta...Un gusto seguir tu blog.
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