miércoles, 22 de abril de 2015

Un corazón de nadie




No solo vino, sino olvido, echo
 en la copa; y me alegro, que la dicha
 ignorada es. Recordando
 o previendo, ¿quién rie?
 No la vida, sí el alma, de los brutos
 consigamos, pensando; recogidos
 al destino impalpable
 que ni espera ni evoca.
 Con mortal mano a mortal boca elevo
 en fragil copa el pasajero vino
 con ojos empañados
 para dejar de ver.




Pessoa
Un corazón de nadie, fragmento 103
.
imagen propiedad del auto
Lisboa, octubre 2005
.

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