martes, 8 de abril de 2014

LOS OLVIDADOS


Hago acopio de la vida
bajo el asfalto pecaminoso
entre lo que se dice
y no se hace.
Huelo detrás de las puertas
a arrogancia y olvido
tentadas por
puntas enturbiadas de humildad
y un eco cayendo
por el desfiladero
de las desigualdades.
Me sorprende aún
el don de la limosna,
el payaso sin papeles
muerto de miedo
y el grito inacabado de
¡ paga por vivir ¡
Me cuenta la historia
que todos procedemos de inmigrantes
y seguimos cosiendo
sayales muertos
que huelen a derrota
en tragos de pogromo.
Algunos me llaman heteróclito
Yo me defino transgresor de leyes impúdicas.
Mientras siga habiendo
nauseabundos ónfalos
en contumelia palabra,
seguiré siendo ése tráfago  
defendiendo las igualdades.
José Manuel Acosta.

2 comentarios:

checha dijo...

Afortunadamente somos desiguales, hombres y mujeres, sudaneses y brasileños..., y ¡viva la diferencia!,pues estoy muy orgullosa de que así sea, y en concreto de ser mujer. El pequeño gran detalle es que todos, todos, tenemos los mismos derechos.

José Manuel Acosta dijo...

Estimada Cecilia, todos tenemos los mismos derechos, es cierto, pero no siempre se hacen patentes, la pobreza infantil, la violencia hacía la mujer, las desigualdades económicas entre hombres y mujeres y así un largo etc, aunque estoy contigo, gracias a las "desigualdades" el mundo progresa adecuadamente. Un saludo.