viernes, 16 de noviembre de 2012

El zen de las macetas. Fragmento





Yo quería tener las antípodas en mi mesa,
reírme de mentiras forasteras,
ser mancha y triunfo y ser honesto,
mezclar toda la arena del desierto
en la patria fecunda de los vientres,
común e invertebrado en el oficio
de llegar al ombligo de las hembras
batiéndome feliz entre sus piernas;

yo quería ser ángel, un pájaro en huida
que extiende más sus alas
en cada giro sobre el mundo

y viajar a destiempo de los trenes
rebuscando en las sombras de los vientos
los oscuros pedazos que me faltan.



El zen de las macetas. Fragmento