De nuevo en mi pulgar late tu boca,
más allá de mis alas y tus aguas
se propaga el rocío que multiplica
un ramal, un silencio que acrecienta
ligeramente el polvo de los huesos;
regálame el abrazo que provoca
el canto de la flor y la hojarasca
donde el árbol levanta sus campanas.
El zen de las macetas
Fragmento
Imagen del mismo autor. Viena 2010.
2 comentarios:
Logrados versos.
Saludos ;-)
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