Desde lejos, abriéndose la tierra
vi una luz que amaba en presente,
a ritmo azul, con todos sus aromas
dejando la lejanía como rumor de viento
y sonreía.
Ella, apacible en la casa habitada,
sin apenas recuerdos,
hizo del gastado huésped
una leyenda inventada de invierno
donde recorrer la pena de la tristeza
era un paseo cada vez más lejano.
Hoy vi una luz…
El más bello amor abriéndose en el horizonte.
*Cuadro: “La última rosa”, Andrés Rueda
http://andresrueda.blogspot.com
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