Aquí en esta silla,
en esta mesa, en esta casa
que se van desvencijando como la vida
escribo los poemas
que me aferran a la muerte que me salva.
No hay nadie
al menos yo que sé mi nombre y cómo me llaman
Aquí beso las memorias putrefactas
aquí el silencio sinfónico me dicta.
Crujen los muebles, la mesa, la silla, la ventana
alarido de la madera
que sólo en sueño crepita.
Escribo el poema
como una gota en la gruta
escribe estalactita.
Surges de mi voz
y mi pulso silencio su aliento agita.
Voy por un vaso con agua
y con el agua me trago el humo;
así son las cosas,
he querido quedarme quieto
pero la sed me mueve siempre.
Así son las cosas,
voy de un lado a otro
y parece que nunca me he movido.
Un trago de agua o café
una gota de espíritu
en la gruta de mi voz
así me encuentro siempre
escribiendo un poema
para tragarme la vida que me mata.
Jorge Contreras Herrera
4 comentarios:
NO,NO, NO ningún sentimiento así merece capturar tu vida en ese espacio...yo lo sé y te digo ¡se puede!
Un abrazo
Me ha encantado. Tragarme la vida que me mata. un abrazo
No sé quién ers y por qué decides publicar a aquellos poetas que desconocemos (de hoy), pero este Jorge tiene un poema hermoso
Un saludo
Gracias Paolav, Milagros y Francisco.
ya tiene un par de años que coicidimos en una antología de poesía Alonso de Molina y yo, una en homenaje a W.H. Auden, despues me invitó a la de un mundo y aparte, donde también participo, casi enseguida me integré a este blog, en donde desde hace cerca de los dos años, publico poemas, de vez en cuando.
gracias Francisco por la flor al poema.
un honor.
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