PROYECTANDO sombras
que yacen sobre la dorada hierba
en los largos y soleados días de verano
veo como mi vida es una gota en el mar
y siento esta pena tan profunda
que desconozco cuánto tiempo
estuve allí
mirando el rojo, y misterioso,
atardecer.
Hay amores que duran toda una vida,
siendo cada instante un romance,
iluminándola con silencios.
Hay amores que son
una charca de lluvia
para el océano
más tan intenso que merecen esa vida.
Proyectando sombras
desconozco cuánto tiempo
estuve allí.
3 comentarios:
Esla realidad dela vida
Gracias, saludos
"Proyectando sombras..." Casi sin querer. ¿Qué es la vida sino proyectarlas? Un juego de luces y sombras que hacemos "casi sin querer". Vivimos casi sin querer.
Un abrazo,
Laura
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