domingo, 11 de octubre de 2009

Impacientes tambores se rebelan




Sin torcer los renglones de la noche
echada como un cuenco en sus orillas
una guitarra pródiga en semillas
quiere en la madrugada ser el broche;

como una perla rala, sin reproche,
los cabellos del alba en sus mejillas
ajustan los sonidos, las costillas,
ávidos de emociones y derroche.

Impacientes tambores se rebelan,
permanece en sus tonos el bajista,
acentos y darbukas se modelan;

es la voz sueño y letra bien tallada
con ritmos y colores alquimistas
de este sueño en color que dio Granada.


Concierto en Granada el viernes 09-10-09
.

5 comentarios:

Leni dijo...

Se nota que lo disfrustaste Alonso.
Ahora Granada está para vivirla.

Solo tú puedes plasmarlo en letras.

Un beso grande.

Antonio del Camino dijo...

Alonso: perfecto y revelador soneto; todo un fotograma en endecasílabos cargado de sugerencias. Gracias por compartirlo.

Un abrazo,

Antonio

Alonso de Molina dijo...

Leni, cualquier día o noche es Granada es fascinante y además la temperatura y la música estuvieron en su justa medida

un beso grande para ti

.

Alonso de Molina dijo...

Antonio

cuando escribo un soneto tengo por costumbre pedir disculpas a los sonetistas, soy consciente de la complejidad de los 14 versos pero ya ves, nos lanzamos al vacío sin paracaídas ni casco.

Gracias amigo por dejar tu comprensivo comentario

te mando un fuerte abrazo

.

Angeles Fernangómez dijo...

Toma ya, Alonso. Qué bello soneto.
Lo leí sin mirar quién era el autor, sólo quería leer el soneto y ya vería.
No me extrañó nada ver luego la autoría.
Si es que Granada..., inspira, vaya que sí.
Un abrazo