viernes, 3 de julio de 2009




Mónica Angelino

3 comentarios:

Daniel Espinoza dijo...

Una de las enfermedades más terribles del ser humano y de toda persona que no ha encontrado a Jesús resucitado es la Soledad, no es bueno que estemos solos, Dios no nos creo para la soledad, Dios mismo es tres Padre, Hijo y Espiritu, es una comunidad de amor... Hay que pedir a JESÚS que nos ayude que nos sane de esta enfermedad para que podamos entrar en comunion con nosotros mismos, con la naturaleza, con los demás.
Amen.

Bendiciones Saludos
VISITANOS

Alejandra Menassa dijo...

Hola Mónica, creo que Girondo tiene un aforismo que le va de perlas a tu verso, lo voy a buscar.¨Veo que estás decorando las paredes de varias ciudades de mundo con tus versos, o haciendo que las paredes hablen.

Creo que, en general, el que está solo tiene un plan solitario.
Besos

Laura Gómez Recas dijo...

¡Mónica! :) ¿Te vas a dar a las pintadas?
Esta es una pintada solitaria.

Creo que podría encontrar una simbología en la imagen que entroncara con el contenido del texto:

Ladrillos a la vista, está claro que es una pared en proceso, aún sin parir del todo. Unidos por el cemento sin estética ni cuidado, pero firmemente.
La soledad más dolorosa es la que se siente en compañía, como la de esos pobres ladrillos. La soledad del matrimonio que no se entiende, la del anciano que oye, a través de la puerta, el constante jaleo de la escalera de vecinos, la del enfermo que no encuentra el apoyo donde creyó que debía apoyarse...

Son mucho esas letras sobre el ladrillo y el maldito cemento que tan descuidadamente se empeña en unirlos.

Besos
Laura