Vergüenza
A mí, el tiempo y la geografía
de este lugar llamado patria
me tiene con hambre
y casi sin esperanzas.
Quiero animarme
andar con una sonrisa al menos
y escarbo en el aire
hurgo en el fuego
tratando de encontrar un motivo.
Ahora la Tierra aumenta su temperatura
y los glaciales lloran nostálgicos
sus vetustos territorios de hielo;
pero acá, donde yo vivo
debo el teléfono suspendido.
Tengo deudas
hacia cualquier lugar al que me mueva.
Aquí, la casa se inunda de moscas
mientras la cocina se pone a dieta.
Estoy solo
y ella está quizá esperando a que la invite a salir
pero hoy
sólo tengo vergüenza.
Jorge Contreras Herrera
A mí, el tiempo y la geografía
de este lugar llamado patria
me tiene con hambre
y casi sin esperanzas.
Quiero animarme
andar con una sonrisa al menos
y escarbo en el aire
hurgo en el fuego
tratando de encontrar un motivo.
Ahora la Tierra aumenta su temperatura
y los glaciales lloran nostálgicos
sus vetustos territorios de hielo;
pero acá, donde yo vivo
debo el teléfono suspendido.
Tengo deudas
hacia cualquier lugar al que me mueva.
Aquí, la casa se inunda de moscas
mientras la cocina se pone a dieta.
Estoy solo
y ella está quizá esperando a que la invite a salir
pero hoy
sólo tengo vergüenza.
Jorge Contreras Herrera
4 comentarios:
Caray, un poema duro, pero muy real en cuanto al contenido. Un poema en el que consigues unas imágenes tremendamente impactantes, muy bien llevado, desde mi punto de vista.
Un abrazo
La franqueza y la impotencia se juntan, dando vida a unos versos muy sentidos.
Un gusto leerte.
Ufff..Jorge.
Como cuentas del hambre y las penurias.
De las ajenas y las propias.
La vergüenza de la mirada.
La impotencia de no poder hacer nada.
Los glaciales,la tierra,la casa,la cocina...
Un gran poema.
Besos
Sólo se debe aquello que no se hizo cuando el deseo llamaba, ahí uno queda en deuda consigo mismo, y esa es una deuda mucho más impagable que la del teléfono o la cuenta del gas. Creo que eso se transparenta en todo el poema.
Bien logrado. Jorge.
Besos
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