lunes, 25 de mayo de 2009

Prometeo borracho




Prometeo borracho

Nada sucede en mi alma
un glacial instalado en mi sangre
un iceberg se asoma por mi lengua.
Mis ojos que en otrora eran mirada centelleante
son ahora dos granizos tristemente perdidos.

Nada pasa nada ocurre
una caricia por más tierna es extraña tierra
árbol que no cae y no reverdece
ni cuervo ni buitre
que en sus ramas se pose un instante
porque hasta ellos sienten la corteza egocéntrica
de un vacío lamentándose
de una oquedad sin superficies.

Nada pasa nada ocurre
sólo tu fantasma amorosamente terrible
qué esperanza
qué anhelo
qué agua buena
pueden devolverme el fuego
que una vez les arrebaté a los dioses.
Jorge Contreras Herrera

9 comentarios:

Paloma dijo...

"Nada pasa, nada ocurre
Sólo tu fantasma amorosamente terrible"

Qué fuerza la de esta imagen.

Saludos.

Leni dijo...

Curiosa paradoja.
Prometeo gélido.
Apagado su fuego por la embriaguez.Por el lamento y el recuerdo.

"de un vacío lamentándose
de una oquedad sin superficies."
Un titán mortal.
Por lo tanto vulnerable.

Me encantó tu poema
Un abrazo

Mónica Angelino dijo...

Todas las imágenes son estupendas.!

Alejandra Menassa dijo...

Fuego y hielo. Prometeo borracho de fantasmas, encadenado al añorado pasado. Humanizar al héroe, ¿qué otra cosa hace el poeta?

Un beso, Jorge. Muy hermoso poema

Laura Gómez Recas dijo...

La fuerza de las imágenes da firmeza al poema. Desgarrador.

Un abrazo,
Laura

Mónica López Bordón dijo...

Entre mitología y realidad, la tierra y el fuego, el fantasma amorosamente terrible...

Precioso el poema, contundente y firme. Me ha encantado

Besos
Mónica

mareva mayo dijo...

Embauca la letra de la mano del hombre y del pensamiento que mueve tu misterioso mundo. Más ganas de tus poemas que rigen el abismo.
Salud y anarquia.

Jorge Contreras dijo...

muchas gracias por los comentarios, cuando escribí el poema, es la forma en que me encontraba... añorando alguien que fui.. quizá con más inocencia.
Lo que escriben es muy reconfortante.
un beso a todas

Claire Deloupy dijo...

Me impresiona tu poema, Jorge...Alguna llama sigue estremeciendose en el corazón del poeta para poder escribir estos versos.Comparan a Prometeo con el poeta, o al poeta con Promoteo: trae a los otros humanos el fuego robado de los dioses. Gracias Jorge.