miércoles, 13 de mayo de 2009

El aire en vaivén


"El abanico rojo" (2000)
Soledad Fernández

Se cerró la baraja
y su barniz doblegó el aire
y lo atizó con movimiento
de densidad y temple.

Se esparció una ola
de invisible espuma
desde mi cuello
hasta mi frente,
dibujando un trauma
en el mentón
que trazó en la memoria
la forma de un beso.

Un golpe del revés
la desplegó de nuevo
y, entre pestañas, el iris
atravesó la atmósfera
que fondeaba en el pecho.

El país,
evocador del éxtasis,
poblado de turgencias,
era una luna compacta
entre guirnaldas de estrellas.

Suspiraba...

La clavícula fue sostén
del impacto reiterado
con aromas
de madera y de tintura.

Se acabó...

De nuevo, el aire en vaivén.
La mano cerró el paisaje
con un golpe en el regazo
para retener al viento
que, inútilmente,
prodiga caricias en soledad.
Laura Gómez Recas

15 comentarios:

Alejandra Menassa dijo...

Hola Laura: Es un poema bellísimo. Cuidado con las guirnaldas (se te escurrió la "r" al agitar el abanico) Me encantan estos poemas que hacen verso del rasgo, de un movimiento humano, de algo que parece tan nimio y se crece con el poema como se expande el abanico al abrise, como acostumbras, la combinación de verso y cuadro es preciosa y precisa.
Un beso

Laura Gómez Recas dijo...

Hola, Alejandra. Me alegro que te haya deleitado este poema juguetón que abre y cierra el abanico.

Gracias por el aviso de la errata. Llevo unos días sin poder cortar/pegar en los blogs. De modo que tengo que picar todo el texto y, en esas, se te puede escurrir algo... Ya lo he corregido.

He puesto un enlace, abajo, de la página de Soledad Fernández. No la conozco en persona, pero siento verdadera admiración por su obra. Te lo recomiendo.

Te mando un beso. Me has puesto los dientes largos con la crónica del recital de tu padre. Siento muchísimo no haber ido.

Laura

MiLaGroS dijo...

Sobre todo los últimos seis versos son muy lindos. Un abrazo. milagros

Ana Villalobos Carballo dijo...

Un hermoso y juguetón poema, se abre y se cierra el abanico igual que se abre y se cierra la vida, nos despliega y nos doblega. Un final realmente precioso, Laura, me ha encantado.

Un beso que te llegue al corazón

Ana

Antonio del Camino dijo...

Poesía "visual" que va mucho más allá de lo que "ve". Tensión y precisión de la palabra en su multiplicidad. Enhorabuena.

Un abrazo.

Laura Gómez Recas dijo...

Muchas gracias por tu apreciación, Milagros.

Un beso
Laura

Laura Gómez Recas dijo...

Hola, Ana. Sí. Es un constante abrir y cerrar... como la vida...

Me llegó... :)
Laura

Laura Gómez Recas dijo...

Antonio: "tensión y precisión de la palabra". Si eso he conseguido, me doy por satisfecha.

Gracias.
Laura

Leni dijo...

Hasta del suspiro el aire se pierde en el vaivén.
Y un beso que se respira.
Que se abre y se cierra.
Precioso Laura.
Delicado poema y delicadeza de cuadro.

Un beso

Mónica Angelino dijo...

Es un abanico de belleza tu poema!!

Besos

Laura Gómez Recas dijo...

Hola, Leni.

Tú y tu exquisita sensibilidad. Esa imagen del beso me gusta especialmente. Se refiere al golpe del aire sobre el mentón al dar el golpe de abanico. Se siente como un beso, igual que el que te mando.

Laura

Laura Gómez Recas dijo...

Mónica, gracias por dejar tu huella. En Argentina, ¿se usa el abanico? Yo, en verano, no me separo de él. :)

Un beso transatlántico.
Laura

Alonso de Molina dijo...

con ese "golpe del revés" se oye hasta el rasgeo del aire; es un texto sensual y nostágico, hay que leerlo varias veces para apreciar lo que sin decirlo encierran los versos. Tendré que volver

en tanto un beso para ti Laura

.

Laura Gómez Recas dijo...

Gracias por la lectura, Alonso.

Un beso grande.
Laura

Claire Deloupy dijo...

¡Precioso poema, Laura! Lleno de encanto y de sutilezas gracias por escribirlo...