miércoles, 22 de abril de 2009

TE ENCONTRÉ AMANDO LAS MANOS DEL POETA




Te encontré amando las manos del poeta,
besabas sus dedos mientras cubrías tus ojos de cielo
y desgarrabas los vestidos que anillaban tu cintura.

Sedas y amor deslucían los rincones de tu cuerpo,
nadie sabía que sus pliegues serían el sonido del acordeón
y, a la vez, la ruidosa catarata cayendo hacia el monte
donde se esconden horas de pasión y virtud.

Dios vibrando entre caricias por un diamante perdido,
ajeno al vivir busca entre las ruinas del amor,
un vestigio de cordura.

Vivir, sí vivir,
nenúfares y aguas brotan de tu sexo
se vuelcan con fulgor hacia el futuro,
manteniendo tu frágil estructura de coral,
Danubio consternado, amante sin razón.

Eres la selva,
el magnífico recorrido de las horas,
plasma y sangre,
albergue taciturno para el misterioso juego del ajedrez.

Sígueme,
el caudal de mi boca,
desprende relativa incertidumbre, algún aplauso,
colores descomunales deslumbrando el atrevimiento
de una gama sincrónica de matices.

Esta noche azucenas y gladiolos
se pretenden diferentes,
bajo las estrellas.

Magdalena Salamanca

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué bonito!!!me ha gustado mucho,gracias por compartirlo!un abrazo!

Mónica Angelino dijo...

Me gusta ese erotismo. La cadencia de los versos.

Abrazo

Leni dijo...

Me encantó el dulce matiz de los últimos tres versos.
Y la exposición de este:
"vivir,si vivir..."
Deja abietas muchas puertas.

El título es muy hermoso.
Como el poema.
Un abrazo

Alonso de Molina dijo...

un placer leerte Magdalena, apasionados versos

con mi aplauso



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