Cuadro: Diana y Calisto. Jean Baptiste Marie Pierre
Ven aquí, déjame que atraviese tus miedos con mi dicha,
déjame que deshaga la niebla de esta noche, que fulmine tus dudas,
déjame que te nazca, que te moldee como arcilla o como piedra,
sé mi antorcha, mi faro, sé mi niño y mi padre,
hazme la señal de la cruz en el regazo, sé irreverente, excomúlgame,
Dime que soy tu pecadito, tu luz extinguiéndose,
dime que Diógenes ya no busca más con su farol
porque me halló en la noche,
y prefirió dormir conmigo los siglos que le restan.
Dime que me amarás aunque te mate,
que me amarás aunque me mate,
que en el poema está permitido disentir,
está permitido gritar, está permitido para mí:
-ser de la ausencia, mutilación atómica,
dueña de la oquedad, orquesta sin batuta-,
pronunciar las palabras que me hagan libre,
desear deseos, centelleantes bengalas contra toda desidia.
Dime que me dejarás desgarrar la noche con mi alarido,
dime que conversaremos hasta extinguir
con las palabras el silencio, para hacerlo nacer después,
con el punto y coma de los besos.
Hablemos, hablemos, dime que las palabras
son un suelo firme, un elixir contra el hastío;
Exprímeme como a un fruto,
líbame hasta secar todas las humedades,
márcame con la marca invisible del deseo,
acósame, derríbame, se mi bestia, mi dinosaurio feroz.
Sé mi enemigo venial y mi amigo mortal,
perfórame las horas,
Háblame, háblame.
Que no hay sexo más atroz que la palabra.
Alejandra Menassa
déjame que deshaga la niebla de esta noche, que fulmine tus dudas,
déjame que te nazca, que te moldee como arcilla o como piedra,
sé mi antorcha, mi faro, sé mi niño y mi padre,
hazme la señal de la cruz en el regazo, sé irreverente, excomúlgame,
Dime que soy tu pecadito, tu luz extinguiéndose,
dime que Diógenes ya no busca más con su farol
porque me halló en la noche,
y prefirió dormir conmigo los siglos que le restan.
Dime que me amarás aunque te mate,
que me amarás aunque me mate,
que en el poema está permitido disentir,
está permitido gritar, está permitido para mí:
-ser de la ausencia, mutilación atómica,
dueña de la oquedad, orquesta sin batuta-,
pronunciar las palabras que me hagan libre,
desear deseos, centelleantes bengalas contra toda desidia.
Dime que me dejarás desgarrar la noche con mi alarido,
dime que conversaremos hasta extinguir
con las palabras el silencio, para hacerlo nacer después,
con el punto y coma de los besos.
Hablemos, hablemos, dime que las palabras
son un suelo firme, un elixir contra el hastío;
Exprímeme como a un fruto,
líbame hasta secar todas las humedades,
márcame con la marca invisible del deseo,
acósame, derríbame, se mi bestia, mi dinosaurio feroz.
Sé mi enemigo venial y mi amigo mortal,
perfórame las horas,
Háblame, háblame.
Que no hay sexo más atroz que la palabra.
Alejandra Menassa
16 comentarios:
EXCELENTE!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!APLAUDO DE PIE, ALEJANDRA.
Nadie, sino vos, podría haber escrito este poemazo, que arranca un grito y un orgasmo.
Bravísimo!!!!!!!!!!!!!!!
Un abrazo grande!
¡Sublime poema colmado de erotismo!
El último verso es magistral.
Un abrazo
Excelente poema erótico.
Gracias Noray, lo que más me gusta de este poema es como cierra, cuido especialmente los finales en mis poemas, terminar mal deja mal sabor de boca, estropea la lectura, así que gracias por saber apreciarlo.
Un abrazo
Hola Harold, no me había dado cuenta de que era erótico, jeje.
Un saludo y gracias por el comentario
Gracias Bibiana. Te echaba de menos por aquí, pero es cierto que era yo la que me había ausentado, en todo caso, me encanta recibir tus comentarios. Un abrazo
Alejandra, qué razón, mis ojillos se avivaron con el título,jj, pero todo el poema es la certeza, la palabra y su significado, me encanta el cierre,un beso, y colgaré uno mío, si lo encuentro, con el mismo título ya sabes, de los míos.
besos
jejeje Alejandra ,juegas al despiste con el título..o no...
Es un poema que aunque se quisiera exprimir, es imposible.
De las palabras surgirían nuevas palabras.
Nunca se acabaría el jugo y menos aún en el finál que aboca a una continuidad.
Pués el placer de la palabra nunca se agota.
Felicidades¡¡
Beso y palabra.
Beso
Gracias Sara, magnífico tu poema.
Un beso.
Leni, tu inteligencia es demasiado sutil para burlarla. Hay un juego con sexo oral, jugando con dos de las funciones de la boca: chupar y hablar. Gracias por tu lectura
Maravilloso, Alejandra. La erótica de la escritura, del autor frente a la palabra. Ese amor bestial que se destila entre el que escribe y su poema. No hay unión erótica más feroz y subyugante.
Me ha encantado. Y lo de "perfórame las horas", magnífico.
Laura
uff,
"Ven aquí, déjame que atraviese tus miedos con mi dicha"
el verso inicial sorprende, el sexo visto así es terapéutico y el de cierre otro hallazgo made in Alejandra, logras sorprender cada día.
Justo hoy, sin internet hasta hace un momento, puse un minirelato de 100 palabras en mi blog, respecto a lo terapéutico que puede resultar el sexo, según el libro de Louise L Hay (puedes sanar tu vida).
Un beso poeta
.
Gracias Laura. Lo más gratificante de publicar en la página que Alonso tan amablemente nos cede a todos son estas conversaciones, vuestros comentarios, este diálogo entre poetas, que hace tres días que extrañaba extrañamente. Un abrazo Laura y gracias especialmente por tus palabras para mi poesía.
Un abrazo.
Hola Alonso, cuando el "sexo oral" es hablar, claro que es terapeútico, cuando hablamos de las "relaciones genitales", a veces pueden ser enloquecedoras. En fin, se me fue la otra cara de Jano, es que tener dos caras, ya se sabe.
Un beso Alonso y gracias, me hace féliz publicar aquí y poder conversar con vosotros.
Gracias Alejandra...
Uno de tus mejores poemas. No digo el mejor por si se me olvida otro excepcional.¡Cómo llevas al lector de la caida libre al vuelo rasante, sosteniendo cada verso hasta el "bouquet final"! Gracias por seguir abriendo caminos...
Gracias Claire.´No sé si es el mejor, pero es el último, apensa tiene tres días de vida, ya quisiera el poeta que lo último fuera siempre lo mejor, pero a veces también son necesarios pasos para atrás para seguir avanzando.
Un abrazo
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