La gente se esconde de la ciudad
de los probables enfermos
del rastro del virus
Son los días para el no amor
miedo y leyendas gobiernan
Influida por la influenza
veré las mil películas que no he visto
leeré una y otra vez a Cortázar,
a Lessing, a Pizarnik
Me encerraré contigo
cuarenta días y cuarenta noches
La medida perfecta para la salvación
está en ti
en cada beso y caricia tóxica
El veneno es la medicina
me aislaré pero en tu casa
no dejaré de tocar
no dejaré de besar
Y nadie sabe que tú tienes la cura
PERSA
Puedes leerme en http://clubpersadelosnegociosraros.blogspot.com/
6 comentarios:
Me alegro que alguien lo tome con sentido del humor...
Es una excelente forma de meterse en cuarentena!!!
El tratamiento del tema también indica la preocupación que se ha generado ya en todo el mundo, mientras, los laboratorios y otras mafias (responsables de esto) hacen fortunas.
Un beso
El remedio perfecto para la epidemia. Deduzco que en el otro está la cura, incluso si está infectado. La cura que busca el poema va más allá de lo físico. Los besos no pueden hibernar
Un abrazo,
Laura
Laura, Mónica, Ruth:
Gracias por sus comentarios. Por acá, casi me linchan por escribir esto. Dicen que no se puede tomar a la ligera algo tan grave.
Si me queman en hoguera por lo menos tendré la satisfacción de haber compartido la sed de vivir ante toda adversidad.
Besosatodas
Es curioso.
Pero la cura de todo está en la propía enfermedad.
No te lo tomaste a la ligera..seguro.
Si no que aceleraste la cura.jjeje
Besos Persa.
Un placer saber de tí.
mi querida persa, tan vecinos y en dónde nos encontramos, mira que yo también estoy en cuarentena...
besos
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