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Rompiendo con mi silencio
entro a esta casa
para vestir mi espíritu de sangre
indígena, mestiza, negra y blanca.
Si bien mis manos traen un deseo
sincero y sano,
¿dónde te encuentro
mujer-hombre latinoamericano?
¡Cuánto pesar, cuánta alegría dormida!
Mis sueños vuelan una vez más
hacia el sol del sur.
Siguen la huella perdida.
Como en este otro mundo
busco una casa (la mía),
el corazón me pide y me exige
que siga, que ría.
Y aunque en el espejo de mis ancestros
redefina mi ser,
ya no soy la misma
que creía ser hasta el día de ayer.
Lucho por mi identidad,
por mi liberación.
Lloro por mis fantasmas
y su desmitificación.
Hoy al unir mi vida a la tuya, hacemos historia.
Prometo no olvidar lo que soy,
lo que siempre seré:
¡Un ave migratoria!
Marisol
Este poema se lo dediqué a una asociación de mujeres latinoamericanas llamada "Xoxicuicatl e.V", ubicada en Berlín y de la cual fui co-fundadora. Soy nacida en Perú y residente en Alemania desde 1982.
4 comentarios:
Es hermosa la descripción que haces del desarraigo y de la necesidad de arraigo en otro lugar que no es el tuyo y sobre el que quieres anidar.
Un abrazo
Laura
Ave migratoria, feliz de que estés en esta casa!!
Un beso
Te recomiendo visitar;
http://elartedevivirdelarte.ning.com/
,creo que será de vuestro interés. En este blog estamos creando una red social , con un fin común. Nuestra afinidad hacía todas las expresiones de arte.
Un saludo
¿Donde está el lugar de cada uno en el mundo?.
Un ave migratoría podría eneseñarnos mucho.
Hermosa dedicatoría.
un beso
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