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Los pastizales arden mutilados
cortando como un rayo el aire
de los nidos imaginarios
irisando el desenfreno
de alas curtidas en el desaparecido mar
Lobos marinos se lamen las heridas
en un ataúd de zozobra
sintiendo el corcoveo del silencio
de un rayo de sol que ciega
como espada clavada
en el bufeo que huye
hacia las islas de un inmenso desierto
Férreo sinsentido de los ausentes
que vuelan rasante al fuego
de las inundaciones solares
en excavaciones alusivas a las almas
de eslabones de oro petrificado
con tejidos de nubes de polvo
que relucen en las noches
de frágiles dioses
Pájaros de silvestre luto
que son inmortales
en las nubes de un estéril terreno
se internan a contracorriente
en el fulgor que desolla a silbidos
la mezquina manera humana
de reflejar la hambruna
con muros de hueso ardiendo
sin la deliciosa música
que se propaga en el viento
Gio.
(Del poemario: "Un advenedizo en Madrid")
http://gio-collazosc.blogspot.com
http://ciudadferoz.blogspot.com
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4 comentarios:
Bravo Gio, es un poema envolvente, parece tener un largo verso infinito, en lugar de muchos versos independientes. En este sentido, me trajo aromas de Enrique Molina y sus poemas a las islas y al mar.
Genial
Un beso
un gusto Gio, me agrada leerte
abrazo compañero
.ç
Magníficos versos, hechos con
mucho talento.
Que places leerlos.
Abrazos
Un título sugestivo y un poema hermosamente punzante como vidrio.
Te leí con gusto.
Recibe un cordial saludo desde Berlín.
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