jueves, 19 de marzo de 2009

Hasta que salga el sol


A la noche hay que llenarla

ponerle las manchas de la pared
dibujarle alguna cara
agregar el tic del reloj tac
el rum rum del motor de la heladera
algún ladrido
el grito de una gata en celo
una canilla gota a gota
el ruido de la cucharita girando
en una taza de frío café agridulce

hay que llenarla

hasta que el vacío desborde
hasta que amanezca

y se llene la soledad con otros ruidos.


Mónica Angelino

3 comentarios:

Sara dijo...

Qué verdad en lo que dices, y qué bien lo dices que se escucha hasta ese rum rum, hay que llenar la noche y dejar que el vacío no nos embargue de nostalgias.

un beso,

Alejandra Menassa dijo...

Hola Mónica, siempre que quede un ratito para dormir, el mejor ruido es el humano ruido de la palabra, me encantó el poema

Leni dijo...

¡Que bonito Mónica!.
Llenar la noche para sentir la vida.
Preciosa forma de vestirla.

Un beso cielo