Homenaje a César Vallejo 1
En el metal, en el filo, en los altos hornos
donde se fundió y en las altas manos de obrero
que lo hizo nacer.
Pero en el hombre no, en el hombre
hace mucho que no...
En el guante plateado,
en su red donde nadan peces muertos
sus dedos, y en los dedos que tristes
trenzaron su espiral.
Pero en el hombre, no,
en el hombre hace tiempo que no.
En la piedra que al metal interesa,
donde yace una res que va a ser
rematada, porque después de muerta,
en la res sí, y en la piedra sí...
Pero en el hombre no, en el hombre
hace años, lustros, décadas
que el carnicero no.
6 comentarios:
unos versos cargados de signos, como un paisaje marginal, el conjunto del poema me sugiere el vigoroso bálsamo de la rebeldía, abriéndose paso a un nuevo destino, sin memoria, un comenzar de cero sin sapos ni carniceros que tengan al hombre como presa... o algo así me parece.
un beso Alejandra
.
Es posible Alonso, el lector es el que termina el poema siempre inacabado, en todo caso, tu comentario es un poema.
Un beso
Un poema que invita a pensar...
Gracias Mónica,
un abrazo.
A mí me reprsenta como a un demonio.
Un ángel negro que a veces arremete contra el hombre desde el alma.
(A veces es bueno que este ángel aparezca y te muestre tu infierno).
Es un grito desesperado que implica temor en la clemencia.
Sorpresivo.
Beso cielo
Gracias Leni. Puede ser, ya sabes que remata el lector.
Besos
Publicar un comentario