FUE el beso sin Amor de una princesa
de alguna monarquía sempiterna,
de una princesa alocada y traviesa
que escondía el Amor entre las piernas.
Fue un beso sin Amor, adulterado,
dormido de pasión y sentimiento,
anémico, fugaz, interesado,
de esos que al soplar se los lleva el viento.
De besos enfermizos, de hojalata,
se pintan tantas bocas caprichosas
llenamos la ilusión con tantas cosas
que un beso siendo un beso a veces mata.
Ayer en los jardines de palacio
un príncipe se convirtió en batracio.
1 comentario:
No soy el más indicado para comentar a la bestia de los catorce versos, pero en mi humilde opinión un excelente soneto tanto en la forma basada en endecas (quizá el 8º verso precise de un arreglillo), como en el fondo, con su moraleja y todo.
mi aplauso para ti
.
.
Publicar un comentario