Sé como se construye una mujer,
se toma el polvo de una estrella,
donde no cabe más que algo de llanto,
por eso ella sólo llora una vez.
Se inclina luego uno a tener largas
conversaciones y a brindar por casi todo
y entonces ve la imagen
surgiendo entre las sombras.
Cuando el deseo se hace casi doloroso
siempre hay una mujer para acercarle
las caricias al rostro.
Una mujer hecha de una materia
que ella misma desconoce,
que descubre y olvida en cada abrazo.
Hasta la piel y el hueso son palabras,
el amor y la muerte, son palabras,
la bilis y el hastío, son palabras.
Y no hay una mujer en este mundo
que no se haya empeñado,
al menos una vez,
en ser algo más que una palabra.
en ser algo más que una palabra.
Alejandra Menassa, del libro La piel del deseo. Ed Grupo Cero
2 comentarios:
incombustible Alejandra,
mujer y polvo de estrella, ¡nada menos!
bravo por tu poema que es denuncia,
siempre un placer leerte
.
Gracias Alonso. Un abrazo
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