miércoles, 10 de septiembre de 2008

Encuentro fugaz, efímero como una tos



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Mientras sobre sus cosas,
trapos y polichinelas diversos,
ella hablaba todo el tiempo
yo exploraba sus ojos con mis ojos.
Derretía mis labios de contemplar los suyos
sin parar de hablar.

Sin éxito frente a su cháchara
me levanté para marcharme
pero sus dedos se clavaron en mis manos
y las servilletas, los vasos,… el café, …
entre gemidos, rodaron por el suelo

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