viernes, 13 de marzo de 2009

Yo sí que no tengo remedio


En el lavarropas metí

de sueños un tendal

de tráfico

y lavado de intereses

no cotizables

me acusaron


manzanillas dispuse en el centro de la mesa

-afirman que aclara el cabello-


un par de ilusiones introduje en el horno

las cociné a fuego lento con mucha azúcar

besos de vainilla y me salió un té

...............................................quiero


subí escaleras que bajaban para arriba

colgada me quedé de la cola de un barrilete

que ascendía en picada

y me burlé de Ícaro


abrí mis manos para soltar las mariposas negras

que volvieron

.........................una y otra vez

volvieron


disminuí la velocidad cuando el cartel ordenaba

“despacio escuela” y me atropellaron

las jaurías por no seguir las reglas


desnuda en la noche

con mi piel bajo el brazo busco

-desesperadamente-


...................atrapar espejos.



Mónica Angelino

http://poetasdehoy.blogspot.com/

8 comentarios:

Bibiana Poveda dijo...

De lo cotidiano, traducido al papel de la mujer... Desde Mónica, para todas las que no tenemos remedios...
Y MEJOR ASÍ, SÍ SÍ SÍ, MUCHO MEJOR!
Me encantó.
Un abrazo!

Poeta Carlos Gargallo dijo...

Bibiana, felicidades por el poema y el estilo, un abrazo.

Leni dijo...

Y como no tienes remedio..seguro que los atrapas.

Haces de la rutina un poema.

Originál..mucho

Besoss

Alejandra Menassa dijo...

La rutina, la cotidaneidad, el día a día que repta sinuoso por el poema, se transfigura, se viste de poesía, muy logrado Mónica.
Un beso

Mónica Angelino dijo...

Sí, Sí, Sí MUCHO MEJOR!!!!
yO TAMBIÉN TE ABRAZO VIVI

Mónica

Mónica Angelino dijo...

Verdad que sí Leni? Vivimos queriendo atrapar espejos.

Mónica

Mónica Angelino dijo...

Carlos, te has confundido el nombre pero igual vale, seguro Bibiana lo habría escrito mejor porque es grandiosa y la admiro.
Un abrazo.

Mónica

Mónica Angelino dijo...

Es en esas cosas más cotidianas, las que pasan desapercibidas, donde se hace cargo el poema para darle su valor y, como tú dices, vestirlas de poesía.
Un beso ale.

Mónica