jueves, 12 de marzo de 2009

Las cosechas del miedo olvidaron las últimas caricias



Cada 18 segundos una mujer es maltratada en el mundo, según datos de Naciones Unidas. Y al menos una de cada cinco es víctima de malos tratos en su propio hogar, según la OMS.





No creía en la suerte;
despojada de sueños, sin hadas ni madrinas,
descendió de la fábula donde habitan las niñas,
aquel espacio en que volaban incautos los amores
ceñidos con viveza al fuego de los dedos.


Un día tropezó en la bañera, dijo,
pero en su extremo firme, insistiendo en la llama,
ofreció la quimera como bálsamo;
sin compartir su velo y su dolor
clavó su savia al tronco de una angustiosa cruz;
sin paraíso, ese cabo suelto en su vida,
albergaba esperanzas creyendo en él un cambio.

Tal que un cielo vencido por relámpagos
su paso encadenado ansiaba el verde de la hierba,
en tanto un equipaje detallado con gritos
persistía en el ángulo muerto de su esperanza;
como una página apocada e incierta
su sombra es una mancha de sangre
que recorre las calles.

Sumergida en la falla quebrada del amor,
cegada en sus promesas, difería los años;
recuerdo esa mirada sobrepuesta a la herida,
la cara y su reverso en el espacio inerte
de haber sentido amor
con la sola ambición de amar;

adobada en cristales, como la sal curtida,
las cosechas del miedo
olvidaron las últimas caricias


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©Alonso de Molina
Historias de cualquier otoño



8 comentarios:

Mónica Angelino dijo...

Qué poema más triste y real!
Has sabido captar el temor, la verguenza, la des-esperanza del amor.

Un beso.
mónica

Bibiana Poveda dijo...

Alonso, te pasaste. Es en esa cosecha en la que viven tantas y tantas. Por eso, por eso, por eso, no vamos a callar. Porque la violencia, en cualquiera de sus formas nos arrebata, a todos y a todas esta vida que nos merecemos.
Un abrazo, gracias por este conmovedor y excelente poema.

razul dijo...

Realmente triste y ¡cómo llega! Es precioso.

Laura Gómez Recas dijo...

Alonso, qué bien lo has captado en unos cuantos versos. No me refiero a la violencia, sino al interior de ella: "persistía en el ángulo muerto de su esperanza".
"Adobada en cristales". Esta imagen vale más que cien mil palabras (lo grande es que es una imagen literaria).
Un beso y, por ser hombre y sentir así a la mujer, te mando otro de regalo.
Laura

PERSA dijo...

Alonso

Es necesario nombrar, dar voz a las no voces de la violencia y el miedo.
Te comento que soy coordinadora del Instituto de las Mujeres en una delegación de la capital mexicana. Seguido organizo actividades donde hay poesía, música... ¿podré leer tu poema en alguno de estos eventos con mujeres? Dándote los créditos, por supuesto.
Un saludo a ti y a las bellas poetas Mónica, Bibiana, etc.

Alejandra Menassa dijo...

Bravo Alonso, magnífico. retrata la situación con precisión quirúrgica de poeta avezado.
"su sombra es una mancha de sangre
que recorre las calles", junto con la imágen que acompaña el poema, es brutal, pero tan necesario que se escriba de esto.
Un abrazo

Leni dijo...

"sin compartir su velo y su dolor
clavó su savia al tronco de una angustiosa cruz;".

Una cruz que se lleva en el silencio.Por eso es importante gritarlo y quitarte los clavos.

Me gusta porque tocas una realidad desde la mujer clavada.
Me gusta porque tocas una realidad dsde el hombre..El que la clava a una cruz .
Intenso...

Beso

Alonso de Molina dijo...

Monica, Bibiana, Razul,Laura,Persa, Alejandra, Leni.... compañeras, gracias por venir y dejar vuestra comprensión.

PERSA, gran honor que leas este poema donde consideres oportuno, te lo agradezco muucho, un beso para ti.